
Los que pensaban que el duelo estaba sentenciado, se equivocaron. Incluso el propio Kasparov, reconocía en público que Karpov es un competidor formidable. Y así fue para satisfacción de los 350 aficionados que llenaban la sala de juego, después de pagar 64 euros por localidad, y que presenciaron una emocionante partida. “Me animaron mucho los aplausos tras la victoria y recobré las buenas sensaciones después del desastroso primer día en el que me quede K.O. después de mi derrota inicial”, declaró Karpov, Por su parte, Kasparov se lamentaba de su error en el movimiento 32 .
Karpov no pudo confirmar sus buenas vibraciones en la cuarta partida, en la que el reloj le pasó factura como bien comentaba su eterno rival. “Cuando uno está apurado de tiempo lo importante no es el cálculo sino el instinto, y ahí jugué bastante bien. El reloj, aunque los espectadores no lo aprecien, es un factor muy importante. En ajedrez a ritmo normal, probablemente la partida hubiera concluido en tablas, pese a que con anterioridad yo disponía de la iniciativa ”, manifestó Kasparov.


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