jueves, febrero 18, 2010

Entrevista al periodista Leontxo Garcia

Esta es la entrevista que aparece hoy en la web ideal.es al periodista vasco Leontxo Garcia.


«Kasparov se merece una calle en esta ciudad que lleve su nombre»

El periodista vasco prepara un libro con la historia del Ciudad de Linares y aventura un futuro de esplendor para el magistral.

Su nombre va unido desde hace más de treinta años al del magistral linarense. Defensor del torneo, abanderado de la doctrina de los tableros, es la voz que retransmite para los asistentes al Teatro Cervantes y para los 20.000 internautas que siguen el torneo vía web. Leontxo aprovechó el descanso para hablar con IDEAL de todo lo que rodea a su relación con lo que él mismo bautizó como «el Wimbledon del ajedrez».

-Leontxo García es ya un personaje más de este torneo, ¿cómo se ve usted desde fuera?
-Cuando uno lleva más de 30 años viniendo a la misma ciudad varias semanas y más de una vez al año, evidentemente le acabas tomando cariño a Linares y es como mi segunda tierra. Soy un firme convencido de que el ajedrez tendrá un futuro de esplendor en el siglo XXI, y si Linares apuesta tanto tiempo por el ajedrez obviamente merece mi apoyo.
-Irún y Linares son dos ciudades con cierto paralelismo.
-Son tamaño similar, mismos habitantes, Irún está en la frontera, la tengo a cuatrocientos metros de mi casa y siempre viví en un cruce de culturas. Linares es un cruce de caminos y culturas también, eso lo capté en mi primera visita en aquella España posfranquista y en un gran modo atrasada, Linares no era el prototipo de esa Andalucía, era una cuidad más moderna.
La sombra de Kasparov
-¿Qué personaje le ha marcado más, de cuantos han pasado por tus manos?
-Difícil pregunta, si tengo que elegir uno: Kasparov. Por el retumbar de sus pasos entre bastidores cuando se dirigía al escenario del Hotel Aníbal, su fiereza en todas las partidas y su propia definición de que nadie puede considerarse el número 1 mundial si no gana en Linares. Kasparov se merece una calle con su nombre en esta ciudad.
-Dijo Kasparov: «Mi palabra en ajedrez es cercana a la de Dios».
-Digamos que Kasparov y su madre se han sentido siempre obligados a cumplir objetivos trascendentales. A ella la entrevisté en la Navidad del 85 y hay una frase suya que define muy bien el carácter de ambos: «Ser siempre el primero es sumamente difícil. Vivir por el placer de vivir es algo que ni mi hijo ni yo comprendemos». Eso explica porqué Kasparov, que podría vivir como un millonario, se juega la vida combatiendo a la dictadura rusa con escasas opciones de triunfo.
Beneficios del ajedrez
-Usted es uno de los embajadores del ajedrez en España, que afortunadamente cada día son más.
-Está demostrado que desarrolla la inteligencia. Hay indicios científicos, que he contrastado con 40 neurólogos, de que la práctica del ajedrez previene el envejecimiento cerebral. Es el único deporte que se puede practicar por Internet y da buena imagen porque está ligado a la inteligencia.
-Siempre defiende que debería ser asignatura en las escuelas.
-El ajedrez es un producto magnífico muy mal vendido. En España hay más de mil colegios que lo imparten. En El Altillo de Jerez es asignatura obligatoria y el grado de satisfacción de alumnos, profesores y padres es más del 90%.
-¿Estamos ante una generación de jóvenes 'mal educados', escasos de los valores que sí se transmiten en este deporte?
-Efectivamente, porque uno de los problemas para educar a nuestros hijos es que pueden creer que la vida es muy fácil y pulsando un botón se soluciona todo. Alguien en algún momento debe inculcarles que el sacrificio y la disciplina son importantes, sin esas dos cualidades lo pasarán mal en la vida. El ajedrez enseña eso y más. Respeto, a pensar de manera lógica y desarrolla la autocrítica.
Una deuda con la historia
-Ha escrito usted un libro sobre el torneo, cuándo verá la luz.
-Ayuntamiento y Diputación apostaron por él y al empezar a escribirlo llegó la señora crisis. Sólo se ha parado la producción. Es imprescindible que el torneo tenga un libro oficial de su trayectoria. Es una deuda que tiene Linares con la historia y una herramienta para que la ciudad venda mejor este evento.
-¿Nos hace un adelanto?
-La idea es que no sea un libro que sólo interese al aficionado al ajedrez. Cada capítulo consiste en una crónica larga de lo que ocurrió ese año, con muchas anécdotas, si las paredes del Aníbal hablasen...
-Viendo la crisis, ¿cómo debe afrontar el futuro el torneo?
-Suelo criticar a Linares al comprobar como en muchos países hay miles de aficionados cuyo sueño es venir al torneo y aún no se ha aprovechado, pero sí veo el compromiso de hacerlo. Mi sueño realizable es que cada año haya aquí cientos de aficionados de todo el mundo en actividades paralelas y que dentro de la ciudad el ajedrez tenga cada vez más importancia social y entre masivamente en los colegios.

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